Tengo la manía de destruir aquello que quería.
Enferma y laberíntica.
Sórdido hábito.
Lejos por favor! No quiero que sea mía.
Si mis días hablaran, desde que llevo vida,
no podrían condensar en solo 1000 palabras,
el viaje cansado, aciago, siniestro, arbitrario.
Letanías de mujer que llora a sus hijos,
y abraza sus cuerpos muertos.
Si mi historia hablaría, alguien moriría.
Cansada de caminar cuadras, buscando no sé que cosa.
Muriendo con amargura.Está todo bien, gracias.
Hace frío, hay hambre y sed.
Mi grito silencioso es violento.
Esa violencia que tanto aborrecía mientras la sentía.
El agua es mi aliada y los perros me cuidan.
Ya no hay más días para esperar nada.
Muy, muy lejos,se oyen ecos de ira.
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